El nuevo equipo de trabajo del Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia plantea tres ejes: alimentación, familia y adicciones. En el primer punto, se avanzó en la decisión de aumentar la ración de comida por niño; sobre el último, la experiencia del psicólogo social Emilio Mustafá ayudará a enfrentar la emergencia en jóvenes.
Federico Masso, a cargo del Ministerio, expresó: “En los últimos dos años y medio, en las campañas y en las bajadas a los barrios, he visto cientos de miles de tucumanos tristes, con grandes necesidades. Cuando me propusieron hacerme cargo de un Ministerio tan sensible, que tiene que estar cerca de la gente, pensé que era incoherente decir que no”.
El funcionario advirtió que una de las urgencias a tratar en lo social es la parte alimentaria, sobre todo en esta última etapa del año. Dijo que se está trabajando en mejorar la calidad de la alimentación en los centros infantiles, además de un programa de verano que sostenga la asistencia en períodos no escolares.
“Tomé la decisión de, con el dinero que quedaba en los fondos de los comedores infantiles, pasar de $200 a $340 la ración por chico. Estamos trabajando esta semana en comedores escolares y a partir del miércoles voy a recibir a las organizaciones sociales”, detalló Masso.
A su vez, habló de la necesidad de llegar a más ciudadanos en situación de vulnerabilidad. “Tenemos cientos de tucumanos que no accedieron a la Tarjeta Alimentar, a los que tenemos que alcanzar en forma inmediata”, dijo.
El nuevo ministro aseguró que se comenzará a trabajar con las organizaciones sociales “para que a la batalla contra el hambre se la dé en forma conjunta”.
“En segundo lugar, tenemos un desafío muy grande con la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia. Tenemos que recuperar una impronta que últimamente se ha perdido”, planteó Masso.
El modo de abordar esta problemática es “poner a la altura de las circunstancias a los distintos hogares a cargo del Ministerio”. “Ordené un relevamiento de los institutos para que no sólo tracemos una mejora edilicia, sino para que también los internos puedan pernoctar ahí, comer bien y tener las comodidades necesarias”, explicó el funcionario.
Fondos extra
Por otro lado, Masso indicó que en esta primera etapa de gestión se están realizando estudios acerca de la situación económica y financiera de la oficina para “saber dónde estamos parados” y, a partir de ahí, plantear la necesidad de fondos extra para el Ministerio.
“El gobernador Osvaldo Jaldo tiene una mirada muy fuerte sobre esto; que la comida llegue, en calidad y tiempo, a tantos tucumanos que necesitan del Estado”, dijo.
La idea es ampliar un programa orientado a personas en situación de calle para que dure todo el año, y no sólo de abril a septiembre como es en la actualidad. “Queremos buscar un lugar donde esté la gente de noche, donde puedan llegar a las 20, tomar algo, comer algo caliente, higienizarse y dormir”, manifestó Masso.
Esto, asimismo, requiere de un control específico. “No queremos en 2024 cuestiones que hoy forman parte de lo que se ve en la sociedad, como gente durmiendo en la calle totalmente abandonada. Vamos a trabajar con la Secretaría de la Familia con un programa ambicioso para ir de menor a mayor acercándonos a la gente”, planteó el ministro.
Consumo problemático
Con respecto al último punto, el de atención a las adicciones, Masso indicó que se hará un trabajo conjunto con la cartera sanitaria, la educativa y con la Secretaría de Culto. Además, resaltó el equipo que acompañará la gestión: el licenciado Lucas Haurigot Posse, el psicólogo social Emilio Mustafá y la psiquiatra Trinidad Bo, entre otros profesionales.
“Nos enfocamos, sobre todo, en la bajada al territorio para tratar de prevenir e ir hacia adelante; para que este trabajo interdisciplinario nos muestre un antes y un después en la atención a miles de niños, jóvenes y adolescentes que tienen esta problemática”, consideró.
Mustafá ahondó en esta temática y desarrolló: “La idea que venimos planteando es generar una mayor articulación de las urgencias, que en noviembre y diciembre aumentan. Queremos fortalecer el abordaje integral en los barrios populares”.
El profesional determinó que se debe implementar un concepto de “salud mental comunitaria” en los sectores más vulnerables, para luego introducir una política de inclusión. “Hay que visibilizar la emergencia que hay en salud mental. El problema que se está instalando es el fenómeno de los niños en el consumo; las estadísticas nos dicen que va desde los 10 u 11 años”, alertó Mustafá.
Es por eso que el psicólogo requiere articular una línea general que fortalezca el trabajo de los grupos terapéuticos barriales, porque no se trata sólo del consumo de sustancias, sino también de abordar problemáticas como la pobreza y la necesidad.
Una de las ideas, adelantó, es solicitar a la Legislatura de Tucumán la modificación de la Ley de Emergencia para que haya más lugares de desintoxicación -en la Capital y en el interior-, para que exista un protocolo de asistencia y para que se otorgue un acompañamiento a las organizaciones comunitarias barriales.
“Los que estamos trabajando en la temática desde hace años llevamos propuestas específicas y concretas, desde abajo hacia arriba, que pueden ser más efectivas. Tiene una lógica distinta según lo que vemos en los barrios”, dijo Mustafá.